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"Antes de tener mi propia prensa, solía tirar pruebas de mi trabajo de la siguiente manera, con el fin de evitar los constantes viajes al impresor.
Ponía el papel humedecido en la piedra entintada. Sobre este, algún papel pesado, y luego una hoja de papel seco y rígido, cuidadosamente alisado.
Entonces tomaba un trozo de madera pulida y la frotaba sobre la lámina superior de papel, firmemente para evitar el deslizamiento. Utilizando más o menos potencia en función de si quería las impresiones profundas o pálidas.
De esta manera he obtenido impresiones muy a menudo mejores que cualquier otra."
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Alois Senefelder
"A complete course of lithography", 1819
(traducción de Pablo Delfini)