Hoy me pidieron que escribiera un texto conceptual sobre mi
obra, para el proyecto de una muestra con artistas amigos en un Museo.
Es muy difícil y fácil a la vez escribir sobre sí mismo.
Uno se conoce, sabe como trabaja, puede descubrir el
significado de ese momento tan particular de la creación de una imagen, puede
intentar expresar en palabras el "cómo lo hace", el "qué
significa", el "sentido de crear y soñar y grabar".
Para no dar tantas vueltas copio y pego el texto que escribí
sobre mi obra:
“Mis litografías
nacen como dibujos sobre la plancha de metal.
Dibujar y escribir
sin pensar pero percibiendo de una manera secreta el orden minucioso de la imagen que culmina cuando se imprime.
De una manera
consciente trato de hacer Poesía cuando trabajo en mis grabados.
Los textos y las
formas dibujadas tienen una relación invisible pero orgánica, son sensaciones
que surgen de la memoria emotiva, puntos de llegada de viajes desconocidos.”
[ Como diría mi mamá: -Tomá mate.... (haciendo referencia a
algo un poco ceremonioso o ficticio o rimbombante.) ]
De todo ese texto releyendo y releyendo rescato un fragmento
que me encanta:
"De una manera consciente trato de hacer Poesía cuando
trabajo en mis grabados."
Es verdad. Realmente de esa frase me gusta el sentido de
compartir una disciplina con otra: el GRABADO con la POESÍA.
Esta imagen es una Kitchen litho sobre plancha de aluminio que tiene un
título,
"Diapo", que hace referencia a una
diapositiva,
ese tipo de proyección ya olvidado en el mundo de las imágenes y en las clases
de Historia del Arte. El texto escrito no tiene ningún sentido aparente ni
lógico.
Me hace recordar momentos de 1979, cuando me quedaba dormido en las clases
de Historia en Bellas Artes, mientras la Profesora mostraba diapositivas del
Arte Griego en un aula a oscuras. No recuerdo el nombre de la Profe pero sí muy
nítidamente su rostro y su voz y su actitud al hablar.
Esa cosa tan extraña que es la memoria.
Pablo Delfini
11 abril 2018